Desde el momento que despegó la nave, me
sentí demasiado segura. ¡Adivinad que sucedió!

- ¡Hola! ¿Cómo te llamas?
- Alba, - contesté -.
- Alba, ¿me podías dar un poco de comida?
- ¡Claro que sí!, - le contesté -.

Y
cuando fui a darle un poco de pastel, los trozos salieron volando.

Cuando
me fui me recompensaron con algunos amuletos y un paseo montada en una mascota
llamada “Acuchi”.
Fue una experiencia ¡
FANTÁSTICA!
Alba DÍAZ SERRANO - 5º A Primaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario