Era un día normal, una tarde normal, terminé de
hacer los deberes, mi hermano empezó a molestarme… cosas normales…
Pero, de repente, oí como si la campana de la
iglesia sonara, pero mil veces más fuerte. Me levanté del sofá con el corazón a
mil por hora. Pero los demás ni se inmutaron. Le pregunté a mi hermano si había
oído una campanada fuerte, pero él me dijo que no. Todo era muy extraño… pedí
permiso para salir y me dirigí corriendo hacia la iglesia. Pero allí no había
nadie ni nada. Subí por el canalón hasta la campana. La examiné a fondo y
encontré una lámpara dorada.

Pero lo único que importaba era que podía hacer lo
que me viniera en gana a partir de este momento. Pero entonces vi un mensaje
por la parte de abajo: ADVERTENCIA: si
este artilugio te ha llamado devuélvelo inmediatamente donde lo encontraste:
PENSÉ:
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Juan Peguero García 5º Primaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario