31 oct 2014

Jugando se descubre



No hace mucho, en una cueva cercana, unos niños iban de excursión:
-¡Alejandro, mira qué piedra más grande!
-Es verdad, Juan, ¿cómo se llamará? ¡Brilla muchísimo!
Cerca de allí pasaba un arqueólogo con su familia:
-¡Hola, niños! ¿Estáis aquí solos?
-¡No, estamos con esta piedra que brilla!
El arqueólogo se acercó a la piedra y la examinó. Minutos después, dijo con asombro: ¡Vaya, pero si es un mineral con incrustaciones de oro! Desde aquel día, el arqueólogo viajó durante un mes hasta allí para poder estudiarla bien.

Andrea Rodríguez Manzanares, 6º A

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