20 dic 2018

Otoño



Cuento de otoño

Había una vez en un país muy lejano, dos niñas llamadas Carmen y Jimena. Era otoño y les dijeron a sus padres que se iban al bosque a coger castañas para luego asarlas y comérselas en la fiesta que se celebraba en otoño.

Sus padres les dijeron que tuvieran cuidado porque habían oído la historia de un hombre que fue al bosque y no volvió. Ellas se asustaron y los padres se pusieron a reír porque era una leyenda que se cuenta a todo el mundo.

Los niños se fueron y sus padres, al ver que ya era muy tarde, se asustaron y fueron a buscarlas. Al ver que los padres volvían con las niñas, se empezaron a reír y se preguntaron quién inventó esa leyenda. Solo quería reírse la gente.

Carmen. 5º de Primaria
“De treinta en treinta”

13 dic 2018

Cuento: El bosque de otoño


El bosque de otoño

Comenzaba el otoño. Las hojas de los árboles iban cambiando de color. Blanca y su hermano Pedro comenzaban el colegio. Como de costumbre, Blanca se sentó en su sitio y sacó el estuche, mientras que Pedro, como siempre, garabateaba hasta la llegada de la profesora…

Estaban dibujando cuando dijo doña Clara: -Niños, atended un momento. Los profesores nos hemos reunido y hemos decidido que vamos a hacer una excursión al campo para ver las características del otoño.

Toda la clase se puso a comentarlo. -¿Recordáis las normas de las excursiones o las repito?, -preguntó doña Clara. –Sí, recordamos las normas, -dijeron todos. Justo en ese momento sonó el timbre.

-¡Hasta mañana!, -se despidieron Pedro y Blanca. Tenían muchas ganas de que llegara el día siguiente.

A la mañana siguiente, Blanca y Pedro se despidieron de sus padres y fueron hacia el colegio.
-¡Qué ganas de ir al campo!, -dijo Blanca.
-Yo también, -respondió Pedro.

Al bajar del autobús se quedaron todos boquiabiertos. Aquel paisaje era precioso.
-Bueno, -dijo doña Clara-. ¡Meteos por esos árboles a ver todo! Pero no os alejéis mucho, ¡vale?

Blanca y Pedro, sin darse cuenta, se adentraron en el bosque y cuando quisieron darse cuenta ¡se habían perdido! Empezaron a correr hacia adelante esperando encontrar algo. Sus cámaras de fotos cada vez les pesaban más. Corrieron hasta un claro donde había una enorme cascada. Se quedaron con la boca abierta, hicieron unas fotos y volvieron a pensar cómo volver.

Pedro vio a lo lejos un árbol con una cuerda que iba desde una de sus ramas hasta el principio del bosque.
-Blanca, mira, -dijo Pedro.
-¿Qué?, respondió Blanca.
-¡Un árbol con una cuerda que llega hasta el principio del bosque!
-¡Es verdad! ¡Vamos!
Los dos se encaminaron hacia el árbol, escalaron y, ya arriba, veían todo el bosque, incluyendo a doña Clara y los alumnos. Pero tenían un problema: ¿cómo podían deslizarse por la cuerda? Y entonces a Blanca se le ocurrió una idea.
-Pedro, ¿por qué no nos deslizamos con las bufandas?
-¡Buena idea! ¡Vamos!
A continuación, mientras se deslizaban, veían todo el bosque. Al llegar donde estaban todos, una amiga preguntó: ¿dónde estabais?

Al día siguiente en clase, Blanca y Pedro relataron a doña Clara y a los demás su aventura.
-Ahora, haced una redacción sobre lo que habéis aprendido. Y vosotros dos, haced una redacción sobre vuestra aventura, que la publicaremos en el periódico del colegio, -dijo doña Clara.

Así fue la aventura de Pedro y Blanca en el bosque de otoño.

Mafalda Santos Beltrán. 5º Primaria
“De treinta en treinta”