El bosque de otoño
Comenzaba el otoño. Las hojas de los árboles iban
cambiando de color. Blanca y su hermano Pedro comenzaban el colegio. Como de
costumbre, Blanca se sentó en su sitio y sacó el estuche, mientras que Pedro,
como siempre, garabateaba hasta la llegada de la profesora…
Estaban dibujando cuando dijo doña Clara: -Niños, atended un momento. Los profesores
nos hemos reunido y hemos decidido que vamos a hacer una excursión al campo
para ver las características del otoño.
Toda la clase se puso a comentarlo. -¿Recordáis las normas de las excursiones o
las repito?, -preguntó doña Clara. –Sí,
recordamos las normas, -dijeron todos. Justo en ese momento sonó el timbre.
-¡Hasta mañana!, -se despidieron
Pedro y Blanca. Tenían muchas ganas de que llegara el día siguiente.
A la mañana siguiente, Blanca y Pedro se
despidieron de sus padres y fueron hacia el colegio.
-¡Qué ganas de ir al
campo!, -dijo Blanca.
-Yo también,
-respondió Pedro.
Al bajar del autobús se quedaron todos
boquiabiertos. Aquel paisaje era precioso.
-Bueno,
-dijo doña Clara-. ¡Meteos por esos
árboles a ver todo! Pero no os alejéis mucho, ¡vale?
Blanca y Pedro, sin darse cuenta, se adentraron en
el bosque y cuando quisieron darse cuenta ¡se habían perdido! Empezaron a
correr hacia adelante esperando encontrar algo. Sus cámaras de fotos cada vez
les pesaban más. Corrieron hasta un claro donde había una enorme cascada. Se
quedaron con la boca abierta, hicieron unas fotos y volvieron a pensar cómo
volver.
Pedro vio a lo lejos un árbol con una cuerda que
iba desde una de sus ramas hasta el principio del bosque.
-Blanca, mira, -dijo Pedro.
-¿Qué?, respondió Blanca.
-¡Un árbol con una cuerda que llega hasta el
principio del bosque!
-¡Es verdad! ¡Vamos!
Los dos se encaminaron hacia el árbol, escalaron y,
ya arriba, veían todo el bosque, incluyendo a doña Clara y los alumnos. Pero
tenían un problema: ¿cómo podían deslizarse por la cuerda? Y entonces a Blanca
se le ocurrió una idea.
-Pedro, ¿por qué no nos deslizamos con las
bufandas?
-¡Buena idea! ¡Vamos!
A continuación, mientras se deslizaban, veían todo
el bosque. Al llegar donde estaban todos, una amiga preguntó: ¿dónde estabais?
Al día siguiente en clase, Blanca y Pedro relataron
a doña Clara y a los demás su aventura.
-Ahora, haced una redacción sobre lo que habéis
aprendido. Y vosotros dos, haced una redacción sobre vuestra aventura, que la
publicaremos en el periódico del colegio, -dijo doña Clara.
Así fue la aventura de Pedro y Blanca en el bosque
de otoño.
Mafalda Santos Beltrán. 5º Primaria
“De treinta en treinta”