Saudade

    Qué maravilloso es encontrar palabras en otros idiomas que describen lo que con el nuestro no conseguimos expresar. Es el caso de saudade, un profundo estado emocional recogido en el portugués.

    Saudade para expresar sentimientos de soledad, nostalgia y añoranza.

    Saudade como palabra cargada de poesía y dulzura. 

    Saudade como experiencia anímica, pasional, sensible y delicada. 

    Saudade es la presencia de lo ausente. 

    El recuerdo de un tiempo vivido, el anhelo de una persona querida en la distancia, el sentimiento alegre que evoca un lugar, que también duele. 

    El otoño despierta la saudade. 

    La estación bucólica por excelencia tiñe los paisajes de color ocre, tamizados por tímidos rayos de luz, asomados entre hojas caducas que encuentran su final sobre una frondosa alfombra de tierra húmeda, una mezcla de polvo y barro que dará paso a una nueva vida. Momento para establecer una conexión espiritual con la naturaleza, creciendo en bondad y agradecimiento,  ayudando al equilibrio y la calma de nuestro ecosistema físico y mental.

    El otoño como época de transición, que nos deja su particular olor a tierra mojada, su esplendor natural, que nos recarga de energía, dando cuenta de la belleza que nos rodea.

    El otoño simboliza el equilibrio entre la luz y la oscuridad. 

    Es tiempo de volver a tus raíces, Tiempo de reflexionar, saber dónde estás, identificar el camino que has recorrido y decidir a dónde quieres ir.

    También es un tiempo ideal para meditar. Para aprender cosas nuevas. Para LEER. 

    La lectura es una de las mejores herramientas para calmar la mente, conectar con nuestros sentidos, y encontrar nuestro equilibrio personal.

    Los libros nos proporcionan una auténtica escuela de vida, desarrollan nuevas emociones, enseñan a madurar y aumentan nuestro crecimiento interior.

    Otoño nos recuerda que las cosas que terminan también son bellas.