Érase una vez, una mago que se aburría mucho porque
no tenía nada que encantar, así que un día, fue con otros amigos magos suyos de
excursión a una cueva lejana. Cuando ya llegaron a ella, salió un agujero negro
en el suelo y se tragó a sus compañeros. Entonces, el mago con miedo a que le
pasara algo, se sentó en un rincón de la cueva y sacó su varita para ver si
podía hacer algún hechizo. Miró y volvió a mirar muchas veces en su libro de
magia, pero no encontró ningún truco para salir de allí, pero había uno que
daba vida a cualquier objeto inanimado, así que hizo el truco y ¡la cueva cobró
vida! A partir de ese día, la cueva dejó de poner trampas, salvó a los
compañeros del mago y desde entonces, esa cueva es famosa y visitada por muchas
personas del mundo entero gracias al mago, que ya no se aburrió jamás.
Cuenta la leyenda, que esa es la historia de La
cueva de Boquique.
Alba
Lena Beltrán Gil, 6ºA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario