Personaje
de la mitología asturiana.
Es
un duende pequeño, muy astuto, de gesto picardioso, cojo, tiene un agujero en
la mano izquierda y lleva un gorro rojo. Le gusta entrar en las casas por la
noche y dependiendo de su buen o mal humor, lo arregla todo, dejando las tareas
hechas y las cosas en su sitio o lo revuelve todo, rompiendo cosas o cambiándolas
de lugar.
Existe
una manera de que no vuelva a la casa; como tiene en la mano un agujero y
presume de ser ordenado, lo mejor es dejar granos por el suelo y así, cuando el
trasgu va a recogerlos, se le escapan por el agujero y, entonces, avergonzado
se va y no vuelve.
También se dice :
San Antón y San
Froilán,
prende
el lobo y ceiba al can;
San
Antolín el Paduano,
petcha a porta
qu’entra el trasgu.
En Asturias, cuando una
persona no encuentra algo estando segura del sitio donde se guardó, dice: “ESTO
HA SIDO COSA DEL TRASGU”
Las travesuras de “los
trasgos” se repiten en numerosos pueblos de toda la Península y sus andanzas
aparecen en obras clásicas de la literatura española, como el Lazarillo de
Tormes, los entremeses de Cervantes o las comedias de Lope de Vega.
El Trasgu no solo
existe en España, este personaje se encuentra en numerosos lugares de Alemania,
Francia, Italia o Inglaterra, bajo los nombres de “lutin”, “follet”,
“fantastique”, “kobold”, “nix”, “robin” “puck”.
Anastasia Morales
Martínez - 5º A.
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