Érase una vez un niño que tenía un dragón. El niño estaba desesperado porque no conseguía que su dragón echara fuego.
Un día salió a volar con el dragón y después de varias horas se encontraron una isla y descubrieron un portal después de caminar un poco. El portal tenía la forma de una especie de santuario con una puerta en medio en el que se encontraron un unicornio que les dijo que cumpliría tres de sus deseos. El niño contestó que sólo quería uno: que su dragón echara llamaradas de fuego. Y se fueron a casa, donde practicaron algunos trucos.
Un día salió a volar con el dragón y después de varias horas se encontraron una isla y descubrieron un portal después de caminar un poco. El portal tenía la forma de una especie de santuario con una puerta en medio en el que se encontraron un unicornio que les dijo que cumpliría tres de sus deseos. El niño contestó que sólo quería uno: que su dragón echara llamaradas de fuego. Y se fueron a casa, donde practicaron algunos trucos.
Manuel Galindo Nieto. 5º B.
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