Estaba un zorro en un lago
llevando en su boca una gran manzana brillante. Mientras paseaba, en el lago se
pudo ver el reflejo del zorro con su brillante manzana y el zorro se pensó que
había otro zorro en el agua del lago con una manzana mucho más grande,
brillante y buena. El zorro, envidioso, fue a robársela soltando la suya al
lago. Pero al final fue él el que se quedó sin manzan, y sin la del otro
supuesto zorro: una porque no existía, era el reflejo, y la otra, la verdadera,
porque se la llevó bien abajo el lago.
MORALEJA: Nunca
codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con tu
esfuerzo.
Javier
Marcos Tobar 5ºA Primaria
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