Eran
tres hermanos cerditos,
que
querían vivir solitos.
El
lobo se los quería comer,
y
cada uno hizo su casa para no correr.
El
más pequeño y vago de paja la construyó,
pero
vino el lobo y la derrumbó.
El
mediano la hizo de madera,
creyendo
que era la mejor manera,
pero
de la misma forma se equivocó,
porque
vino el lobo y se la tiró.
Muy
asustados los dos,
corrieron
a casa de su hermano mayor.
El
lobo cada vez más enfadado:
-
¡cuando
los pille me los comeré en estofado!
-
¡con
patatas y pimientos!
-
¡me
pondré muy contento!
El
mayor que era más trabajador,
de
ladrillo la terminó.
El
lobo sopló y sopló,
muy
cansado quedó,
y
no lo consiguió.
Por
la chimenea el malvado lobo bajó,
y
su gran trasero se quemó,
corrió,
corrió y corrió,
y
nunca más volvió.
Alba Díaz Serrano 6º Primaria
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