que haciendo casas eran muy lerdos.
El mayor de los tres hermanos
solía utilizar poco las manos.
Construyó una casa muy maja
utilizando solo un poco de paja.
El mediano en una ladera
construyó una casa de madera.
El pequeño, que era el más pillo,
construyó una casa de ladrillo.
Pasaba un lobo por allí
y olió a los cerdos con su nariz .
La casa de paja vio
y de un soplido la derribó.
Salió el cerdito huyendo
Y a casa de su hermano llegó corriendo.
El lobo le siguió
y con un soplido, la de madera tiró.
Los dos cerditos huyendo entre leños
fueron a casa de su hermano pequeño.
El lobo sopló y sopló,
y la casa de ladrillos aguantó.
Al cabo de un tiempo el lobo aburrido,
se marchó muy deprimido.
Los hermanos mayores aprendieron del pequeño que
para hacer las cosas bien, hay que hacerlas con empeño.
Ignacio
Fuentes Gómez 6º Primaria
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