ÉRASE UN HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO
Érase un hombre a una nariz pegado que estaba
cansado de caminar con tanto peso.
De repente vino un hada y le dijo: “Te concedo un deseo”. Y pensó cuál elegiría
de las dos cosas que quería: tener amigos o hacerle pequeña la nariz. Y decidió tener amigos. Y el hada respondió: “Te concedo las dos cosas”. Y el hombre
fue feliz.
Ruth Pajares 5º
ÉRASE UN HOMBRE A UNA NARIZ PEGADO.
Nadie quería ser su amigo. Un día se encontró en su
huerto un huevo. Era... ¡un huevo de
dragón!
Lo crió para que fuera su amigo. Lo incubó, lo
cuidó, lo mimó y finalmente nació y le
concedió el deseo de tener la nariz
pequeña. Y fueron buenos amigos.
Manuel Galindo Nieto 5º
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja un comentario