27 nov 2018

El eucalipto


El eucalipto

Dos días tras terminar un seco verano, un castaño tenía como único compañero a un eucalipto avaricioso que le quitaba el agua, (porque beben mucha agua).

Tras la sequía del verano y la que venía para otoño, el pobre castaño se estaba secando y las castañas ya no podían crecer; así es que los aldeanos del pueblo donde estaban situados tenían que ir a otros castaños para buscar su fruto. Pero todos estaban igual de secos así que se quedaron sin castañas.

Fueron entonces a pedirle al eucalipto que dejara de beber tanta agua, pero se negó. Así que los aldeanos tenían que regar los castaños uno a uno y el eucalipto se sentía mal por lo que había hecho y reflexionó. Al día siguiente dejó de chupar agua y fue él el que se secó.

Los aldeanos miraron el pronóstico del tiempo y… ¡¡¡llovía!!! Todos los campos se pusieron verdes a la semana y los castaños dieron castañas muy grandes.

Adrián Rubio Montero. 6º Primaria.
“De treinta en treinta”

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