29 nov 2018
27 nov 2018
El eucalipto
El eucalipto
Dos días tras terminar un seco verano, un castaño
tenía como único compañero a un eucalipto avaricioso que le quitaba el agua,
(porque beben mucha agua).
Tras la sequía del verano y la que venía para
otoño, el pobre castaño se estaba secando y las castañas ya no podían crecer;
así es que los aldeanos del pueblo donde estaban situados tenían que ir a otros
castaños para buscar su fruto. Pero todos estaban igual de secos así que se
quedaron sin castañas.
Fueron entonces a pedirle al eucalipto que dejara
de beber tanta agua, pero se negó. Así que los aldeanos tenían que regar los
castaños uno a uno y el eucalipto se sentía mal por lo que había hecho y
reflexionó. Al día siguiente dejó de chupar agua y fue él el que se secó.
Los aldeanos miraron el pronóstico del tiempo y…
¡¡¡llovía!!! Todos los campos se pusieron verdes a la semana y los castaños
dieron castañas muy grandes.
Adrián Rubio Montero. 6º Primaria.
“De treinta en treinta”
15 nov 2018
El pregonerooooo!!!!!
De parte de Palíndromo, nuestra macota de la
Biblioteca, se hace saber que en la actividad de escritura “De treinta en
treinta”, el tema es ahora “La entrevista”.
Por ello, la caja que está en la biblioteca está impaciente por recibir vuestros próximos trabajos.
Se puede hacer una entrevista real o inventada… A alguien que tengáis a mano o a un personaje imaginario…
Animaos a leer y escribir…
Haced vuestros escritos con buena letra y bonitas
ilustraciones y dibujos… Y suerte en el sorteo de premios.
¡Viva la lectura! ¡Viva la escritura!
14 nov 2018
Una gran estación
-Hola. Yo soy Haize, un viejo roble que habita en
el centro de un pequeño bosque. Siempre me ha hecho ilusión contarle a alguien
cómo es la vida en un bosque cuando llega el otoño, y hoy, por fin, lo estoy
haciendo.
Cuando yo era un roblecillo creía que el otoño era
horrible y espantoso, pero luego, a lo largo de los años, me fui dando cuenta
de que esta estación es necesaria para los árboles. Algunos necesitamos que
llegue el otoño para que se nos caigan las hojas y nos salgan unas nuevas en
primavera: aunque hay otros a los que no se les caen en todo el año; por eso se
dice que son de hoja perenne.
Las hojas de los árboles se vuelven amarillas,
naranjas, rojas o marrones según el tipo de árbol que sea. Gracias a la lluvia
de esta estación comienza la temporada de setas; algunas de ellas cogen los
humanos para comérselas.
Hay muchos árboles en otoño que dan frutos como los
castaños que dan castañas; los nogales, nueces; las encinas y los robles,
bellotas… Estos frutos también los cogen los humanos para comerlos y, por
ejemplo, las castañas se asan y se hacen calbotes.
-Hola, señor Haize, ¿qué estás haciendo?
-Hola, Roco. Estoy contando qué pasa en otoño en
este bosque.
-¡Qué bien! ¿Puedo contar yo un poco?
-Sí. ¡Cómo no!
-Pues yo os voy a contar qué nos gusta hacer a
nosotros, los zorros, cuando llega el otoño.
Normalmente nos gusta mucho jugar con nuestros
hermanos y con nuestros padres, pero cuando llueve, nos vam,os rápidamente a
buscar refugio. También apreciamos los colores de esta estación porque son muy
vivos y llamativos… Y lo siento pero me tengo que ir, que acabo de ver una
presa que debe de estar riquísima.
-Y por último, yo, el roble, os quiero decir que a
lo largo de mi vida me he dado cuenta de que el otoño es mi estación favorita.
Disfrutad de ella antes de que llegue el invierno.
Sheila Carretero Izquierdo. 6º Primaria.
“De treinta en treinta”
13 nov 2018
8 nov 2018
Relatos terroríficos (III)
LOS ESPÍRITUS VISITANTES
Se acercaba la medianoche y los espíritus de los
familiares de Blanca y Ángela fueron a visitarles. Ángela se despertó y los vio
volando por la habitación, muerta de miedo, despertó a su prima a gritos.
Cuando Blanca abrió los ojos pudo ver a los espíritus flotando en la oscuridad.
Las niñas salieron corriendo hacia el cuarto de los padres de Blanca, cerrando
la puerta para que los espíritus no pudieran salir.
Ni el papá ni la mamá creyeron la historia y
estaban convencidos de que había sido una pesadilla de su hija. Entonces Ángela
les pidió que mirasen en su habitación. Y así lo hicieron.
Cuando entraron en el cuarto de Blanca no había
nadie, pero… la ventana estaba abierta.
Carla Elizo Amores 4º Primaria
7 nov 2018
Relatos terroríficos (II)
A Claudita y Lolita les encantaba ir al cementerio.
Un día fueron a visitar la tumba de su tatarabuelo que había muerto hacía justo
cien años.
Nada más entrar, escucharon una voz que decía: “¡MUÉRETE
YA Y, ASÍ, NOS ACOMPAÑARÁS TODA LA ETERNIDAD!” Se asustaron tanto que no se
podían mover. El cielo se nubló y empezaba a anochecer. Cuando consiguieron
caminar, miraron hacia atrás y vieron que todas las tumbas se habían abierto.
Gritaron aterrorizadas y, de pronto, vieron cómo su tatarabuelo se acercaba.
Cuando las alcanzó, las arrastró hacia las tumbas.
Sus padres las buscaron por todas partes hasta que,
al cabo de dos meses, fueron al cementerio y encontraron dos tumbas con el
nombre de sus hijas. Las abrieron y allí estaban los dos esqueletos.
Claudia Ibáñez Pino 4º Primaria
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