En el año 3028, un científico español llamado Juan inventó una
máquina del tiempo. Quiso comprobar si de verdad funcionaba y llamó a unos
amigos suyos para preguntarles si querían ayudarle. Todos dijeron que sí,
aunque era una misión muy arriesgada porque podían quedarse atrapados en el
tiempo. Se reunirían al día siguiente en el laboratorio. Eran cinco amigos.
Cuando ya estaban reunidos allí, Juan les explicó el funcionamiento de la
máquina:
-Tiene dos botones y una palanca. Los botones sirven para viajar a
distintas épocas. El primero para ir a la Edad Media y el segundo para viajar a
Egipto. La palanca sirve para volver a la actualidad.
Se metieron en la máquina y pulsaron el primer botón. Cuando llegaron a la
Edad Media, ocultaron la máquina tras unos matorrales y se vistieron con ropas
de la época. Aprovechando que estaban allí decidieron visitar la ciudad en la
que estaban. De repente a Luis (un amigo de Juan) le cayó un cubo de agua en la
cabeza.
-¡Ten más cuidado!, dijo la mujer que se lo había tirado.
"¡Qué maleducada era la gente de esta época!".
Después de eso decidieron ir a Egipto para que no volvieran a hacerles
nada.
Entonces, se metieron en la máquina y pulsaron el botón correspondiente a
Egipto. Aparecieron en un desierto. Enterraron la máquina y se vistieron
también con ropas de la época. Caminaron un poco y encontraron una pirámide.
Allí había un hombre todo vestido de negro y con la cara tapada. Era muy
sospechoso. Creían que era un ladrón de tumbas pero no tenían pruebas y
no podían acusarle. Le vieron entrar en la pirámide y poco después salió
con un cofre en las manos. Juan y sus amigos llamaron a los guardias y les
dijeron que vigilaran a ese hombre. Le registraron y descubrieron que era un
ladrón de tumbas, porque en el cofre tenía joyas iguales que las que habían
metido en el sarcófago del faraón. Pero se preguntaban cómo había podido
esquivar las trampas de la pirámide. Descubrieron que él era uno de los
ingenieros que había diseñado la pirámide. Le metieron en la cárcel y les
dieron las gracias a Juan y a sus amigos por avisarles.
Volvieron a su casa y prepararon un banquete para celebrar que funcionaba
la máquina del tiempo y que todo había salido bien.
Andrea
Domínguez Mateo. 5º Primaria
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