6 mar 2013

La expedición del Amazonas


     Pablo era un hombre al que le encantaban las aventuras. Había recorrido casi todo el mundo pero pocas veces le pasaba algo emocionante. Un día, decidió que se iba a ir a la selva amazónica. Llamó a unos amigos y les preguntó si querían ir en él. Solo le dijeron que irían dos amigos. Al día siguiente partieron hacia Brasil en un avión. Después se fueron a la selva. Cuando llegaron ya era la hora de cenar y Pablo dijo que iba a pescar algo en el río. Se fabricó una caña con un palo y una liana y pescó un pez, pero no se dio cuenta de que era una piraña y cuando la cogió le mordió la mano y se escapó. Le pidió a sus amigos que probaran ellos y uno consiguió pescar dos peces. Entonces hicieron un fuego y los cocinaron y se los comieron.
     Cuando oscureció, de repente se puso a llover. Pedro dijo que tenían que construir un refugio para no mojarse. Lo construyeron encima de un árbol para que no les picaran serpientes ni escorpiones mientras dormían. Para el suelo y las paredes utilizaron palos y para el techo, hojas de palmera. Les quedó bastante bien.
     Al día siguiente, desayunaron unos frutos que habían encontrado en un matorral. Pablo dijo que quería ir a explorar un poco y se encontró con una anaconda. Quiso huir pero la anaconda se enroscó a su alrededor. Gritó todo lo que pudo y sus amigos le oyeron y llegaron justo a tiempo para salvarle porque ya se estaba ahogando. Después de eso, Pablo dijo que volvieran ya a España porque había vivido suficientes aventuras.
Andrea Domínguez Mateo, 5º A

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