8 mar 2013

La leyenda del dragón de Wawel (Polonia)

Elena Pérez Rodríguez nos ofrece la lectura de esta leyenda.


     Muchos siglos atrás vivía en una cueva al pie de las colinas de Wawel el dragón más horrible que jamás se haya visto. Era un monstruo que asolaba las cercanías de las colinas y devoraba el ganado que pastaba allí.
     Los caballeros más valientes trataron de vencerlo una y mil veces, pero todo esfuerzo era inútil. Antes de que los caballeros pudieran desenvainar sus espadas, el fuego que el dragón lanzaba por su boca los destruía. Y así uno tras otro fueron todos derrotados.
     Entonces el rey envió a sus heraldos a recorrer sus tierras anunciando que aquel caballero que pudiera vencer al dragón se casaría con su hija y heredaría el trono.
     Un gran número de caballeros, tentados por esta fabulosa oportunidad fueron al encuentro del dragón, pero uno tras otro fueron destruidos. El rey cayó en la desesperanza, su hija comenzó a creer que jamás se casaría y el reino se empobreció cada vez más.
     Un día un joven zapatero llamado Krak elaboró un plan para conquistar a la bestia: pondría una gran golosina en una rama embebida en sulfuro y después la dejaría en la entrada de la cueva. El dragón, que era tonto y glotón, tragaría el tramposo regalo de un bocado. Así lo hizo.
     La garganta del dragón ardió tanto que debió correr hasta el río Vístula para apagar su dolor, y tomó tanta agua que estalló en medio de un gran ruido.  Desde entonces el pueblo quedó liberado de su terror.
     El zapatero se casó con la hija del rey y luego de la muerte del monarca, ascendió al trono. El pueblo que él rescató del poder del Dragón de Wawel tomó su nombre y con gran honor la vieja capital de Polonia es conocida como Cracovia (Kraków).

                                                                                             

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