ASÍ CONSIGUIÓ HIPÓMENES LAS MANZANAS
Hipómenes pasó horas pensando cómo ganar a la veloz
Atalanta. Un día, en un pequeño poblado, escuchó a unos hombres hablar de un
misterioso árbol que protegía la diosa de la naturaleza, también dijeron que se
encontraba en una montaña y que daba manzanas de oro.
Hipómenes, ante la oportunidad, cogió sus cosas y se
marchó a investigar. En el camino encontró a un señor mayor con barba llamado
Floreneo que le advirtió que un horrible monstruo custodiaba aquel árbol.
Hipómenes escuchó voces y corrió a esconderse. Cuando dejó de escuchar el
ruido, salió y se dirigió al árbol. Estaba metido en medio de un templo y tenía
manzanas de oro. Hipómenes descubrió a la bestia que resultó ser un pequeño
león que quiso irse con él. Hipómenes cogió diez manzanas de oro y se fue de
allí con su nuevo amigo.
Nacho
Iglesias, 6ºA
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