Una noche, Lucía andaba por el campo y se encontró
una lámpara mágica, de estas en las que si frotas le puedes pedir tres deseos a
un genio. Lucía la frotó, pero de ella no salió nada. Muy disgustada, tiró la
lámpara mágica al río y gritó: “Ojalá fuera millonaria” (sarcásticamente).
Se fue a la
cama y al día siguiente, se encontró un montón de dinero. Ella se preguntó ¿De quién
será tanto dinero? Es igual. Quien se lo encuentra se lo queda. ¿Por qué
encuentro tanto dinero? ¡Ya lo sé! Fue aquella lámpara mágica. Voy a buscarla.
Entonces le detuvo la policía. Ahora te preguntarás
¿Por qué la detuvieron? Lo que hizo Lucía estaba mal. Ese dinero era de otra
persona. En vez de ir a la comisaría y devolverlo se lo quedó y esa lámpara no
tenía nada de mágica; solo era un objeto de plástico ¿O no?
Mónica Otero Calvo. 5º Primaria
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